Iluminar y Alumbrar son a menudos confundidos en el marco del alumbrado convencional sea de orden comercial, industrial, hospitalaria y residencial e incluso público.
Esa confusión tiene como principal punto de partida que si es cierto que necesitamos ser alumbrados por una necesidad puramente funcional y visual. Su enfoque debería ser diferente cuando tomamos en cuenta las nuevas necesidades del Alumbrado en general como él de confort visual, de estética, de impacto comercial y de eficiencia energética etc… Esas nuevas necesidades implican un cambio a la hora de diseñar el sistema de alumbrado y entonces de elaborar un diseño luz conceptual para integrar esas nuevas necesidades.
El Alumbrado interior y exterior nace de una necesidad bien clara: tener una fuente de luz artificial complementaria de la luz natural tanto durante la actividad diurna y con mayor importancia durante la actividad nocturna.Por lo tanto, esa luz artificial tiene como principal debilidad de no ser similar a la luz natural y a la vez como principal ventaja de ser de diferentes fuentes controlables para alumbrar.
Pero que es justamente iluminar y cual es la diferencia entre iluminar y alumbrar. Para responder a esa pregunta, vamos a presentar las fuentes de luz naturales y las artificiales para explicar esa diferencia compleja.
La Luz del Sol y de la Luna como Sistemas de Alumbrados Naturales
Tanto al nivel exterior e interior, el Sol, como fuente de luz, alumbra de manera general e sin distinción cualquier objeto y espacio. No Obstante, no existe un sistema permitiendo de orientar o controlar esa fuente de luz que irradia de manera extensiva y continua cualquier espacio o objeto de manera general.
La otra fuente natural a mencionar es la de la luna. Sin embargo, su intensidad sigue siendo insuficiente para garantizar un alumbrado similar al él propiciado por el sol. Es entonces necesario usar una fuente de luz artificial para compensar esa deficiencia de luz del Alumbrado Natural con un Alumbrado Artificial.
Al nivel interior, si es cierto que la luz natural permanece una fuente importante del alumbrado de la casa, de un comercio o cualquier edificio, permanece fundamental el uso de fuentes artificiales como las candelas, las lámparas de petróleo y eléctricas al inicio del siglo y de bombillos incandescentes y electrónicas en la actualidad para garantizar un alumbrado funcional permitiendo seguir sus actividades tanto de día como de noche. Uno no puede imaginar que un edificio de carácter residencial o comercial no cuenta con un sistema de alumbrado.
De igual manera, al nivel exterior con la evolución de las actividades humanas, no se puede imaginar la ausencia de un sistema de Alumbrado Público.
Cabe recordar que el Alumbrado Público fue creado con ese fin de garantizar la transición de la actividad humana diurna a la nocturna. En efecto, al inicio del siglo, la ausencia de alumbrado público provocaba que al anochecer la mayoría de las actividades humanas se paraban hasta el amanecer.
El Alumbrado Público fue entonces concebido en este momento como un elemento funcional susceptible de garantizar un alumbrado general permitiendo el desarrollo de las actividades humanas en general y comerciales en particular durante las horas de la noche. San José fue de hecho la primera Ciudad de América Latina en contar con un sistema de Alumbrado Público.
En resumen, el alumbrado privado y público persiguió como principal fin hasta al fin del siglo pasado: asegurar y garantizar un alumbrado funcional sea al nivel exterior o interior como complemento de la luz natural y acorde a la evolución de las necesidades de la sociedad moderna.
La Luz Artificial como Sistema de Alumbrado y de Iluminación
El uso de un Alumbrado artificial, tanto al nivel exterior como interior, es cada día más importante debido a la evolución de las necesidades de Alumbrado y el desarrollo de las actividades humanas sean residenciales, comerciales e industriales.
En efecto, la evolución de las sociedades fue acompañado de una evolución en materia de Alumbrado no solamente en término de tecnología pero también de sistemas y de necesidades de Alumbrado. No se trata de alumbrar hoy en día para garantizar un alumbrado adecuado, se trata también de orientar, controlar, resaltar los sistemas de Alumbrado a través de la elaboración de un concepto lumínico.
Al nivel interno, no se puede tener la misma luminancia de su cocina con su sala y su propia oficina. Lo mismo puede decirse de un local comercial y aún más de un centro comercial.
Al nivel exterior, cabe ampliar esa misma situación. No se puede iluminar de la misma manera un eje vial y peatonal, una entrada de ciudad y su casco viejo, un edificio de media altura y de gran altura.
Cada espacio y objeto goza de su propia particularidad en termino de material, de volumen espacial, de altura, de necesidad sea laboral o comercial y entonces de sistema de alumbrado. Es suficiente pasearse en un centro comercial o de una ciudad e incluso de una casa para observar que las fuentes de luz artificiales son similares durante todo un recorrido cuando las necesidades de cada espacio o objeto es diferente. Tal es la vocación de un diseñador luz: fomentar un ambiente lumínico adaptado a la necesidad y una coherencia lumínica dándole un concepto visual estético, de confort y de identidad propia.
Origen de la Iluminación como complemento del Alumbrado
El concepto de iluminación proviene realmente inicialmente del sector cultural para abarcar poco a poco otros sectores como el sector comercial, residencial, hospitalario e industrial. La parte cultural es de lejos el elemento precursor de su desarrollo y particularmente la iluminación teatral.
La escenografía teatral tiene como principal particularidad de alumbrar la escena de acuerdo a los acontecimientos de la obra o del espectáculo usando diferentes ambientes y fuentes de luz creando ambientes lumínicos diferenciados y orientadores de la obra usando una serie de diferentes reflectores y bombillos con una multitud de accesorios como dimmer, para lúmenes y controladores de luz.
Ese concepto de gestión y de juego lumínico es el precursor de la distinción entre alumbrar e iluminar. Una obra teatral no puede ser alumbrada de manera lineal y funcional sino tomando en cuenta los acontecimientos de la obra. Esa especialización escenográfica será de hecho adoptada y adaptada para ser integrada y ajustada por parte de los diseñadores de luz de obras arquitectónicos, decorativos, comerciales e urbanos.
El mayor desarrollo y evolución de la iluminación en materia de Alumbrado fue concentrado en el sector comercial y público debido a la evolución de las necesidades y la importancia del Alumbrado para ambos sectores.
El Alumbrado Comercial y Residencial como principal ámbito de la iluminación
En materia de Alumbrado Comercial, cabe pasearse en diferentes locales comerciales para darse cuenta que el alumbrado funcional perdura pero con un complemento de iluminación para no solamente orientar el público sino también poner en relieve las vitrinas y los productos comerciales sin olvidar los rótulos comerciales. Pero, podemos observar la deficiencia en muchos centros comerciales tanto en término de eficiencia lumínica como de confort visual e incluso de estética. Las fuentes de luces compiten entre ellas sin tener una coherencia lumínica tanto al nivel interno y externo. Aún más, el estilo arquitectónico y comercial no son valorados y resaltados con los sistemas de alumbrados actuales cuando la principal fuente de atracción comercial y de confort visual para los clientes de los locales y centros comerciales es la luz.
El Alumbrado de grandes comerciales no puede ser más limitado en la elaboración de un sistema de alumbrado de orden funcional sino decorativo, estético, cultural y comercial e incluso de eficacia e eficiencia lumínica.
De igual manera, el alumbrado comercial de un hotel, un restaurante, un centro SPA, un banco y otros centros de servicios son sujetos a esos cambios debido al cambio de las necesidades del alumbrado como es el caso de un centro comercial.
La firma comercial lumínica de un edificio comercial y de servicio representa un desafío y un reto para distinguirse de la competencia y la firma lumínica constituye una reto para demarcarse durante la actividad comercial diurna.
En el mismo sentido, el Alumbrado residencial aspira a ese cambio para integrar las nuevas necesidades de alumbrado de un casa. No se trata tampoco de tener un sistema de Alumbrado lineal y funcional sino responder a las necesidades de cada ambiente de la residencia.
El Alumbrado Público como nuevo ámbito de iluminación
Al nivel exterior, el Alumbrado Público tiende a integrar esas nuevas necesidades de Alumbrado integrando los diferentes ambientes lumínicos en presencia. No se puede en efecto alumbrar un eje vial de la misma manera que un eje peatonal como se mencionó anteriormente como tampoco un barrio comercial y un barrio residencial, un conjunto arquitectónico e histórico que un conjunto de edificios comerciales.
En el caso Josefino, el Plan Luz de San José ha permitido demostrar e ilustrar la ausencia de integración de esas nuevas necesidades y del reto de fomentar una reflexión sobre el Alumbrado Publico de San José llamado Plan Luz de San José para fomentar esos diferentes ambientes lumínicos.
Si es cierto que el alumbrado público fue renovado en los últimos años en la capital de Costa Rica, cabe resaltar que solamente la tecnología fue renovada para asegurar una eficacia e eficiencia lumínica la cual puede ser aún más mejorada. Sin embargo, las nuevas necesidades como de confort visual, de identidad cultural y otras parecen ser omitidos por parte de los actores del Alumbrado Público. Ese fenómeno no solamente consta en la ciudad capital de Costa Rica sino también en los principales ciudades cabeceras de Costa Rica. El cambio en materia de Alumbrado Público es enfocado en el cambio de las luminarias a un sistema de Led sin tomar en cuenta la coherencia lumínica necesaria e incluso la zona a alumbrar. Podemos constatar en muchos espacios la existencia del fenómeno de escala: una parte iluminada seguido de una parte obscura y así en varias partes urbanas como en los ejes viales de nuestro país.
Desde su inicio, el diagnostico del Plan Luz de San José tuvo el merito de ilustrar no solamente ese efecto de escala sino también que el Alumbrado Público era lineal e similar en varios puntos del territorio cantonal cuando las necesidades eran diferentes. Un mapeo del cantón mostro que existía focos de iluminación en algunas partes y zonas obscuras en otras aumentando el fenómeno de inseguridad o de agresión lumínica cuando el reto es coordinar y fomentar diferentes ambientes lumínicos.
La iluminación permanece entonces un reto no solamente para la parte comercial y residencial sino también para el Alumbrado Público en Costa Rica.
El desarrollo de la tecnología y de la ciencia en materia de alumbrado fue enfocado en responder a las nuevas necesidades y a las exigencias del Alumbrado creando diferentes ambientes y una jerarquización del Alumbrado en presencia.
Ese desarrollo fue acompañado del desarrollo de una nueva profesión: Lighting Disegner o Conceptores Luz para elaborar un diseño de iluminación no solamente funcional sino también decorativo, estético e incluso artístico. La gran particularidad de los diseñadores de luz es su rol y su función de mediator por encontrarse al cruce de los distribuidores de luminarias, de los arquitectos y actores de Alumbrado.
El Diseñador Luz tiene como principal objetivo elaborar un concepto lumínico creando varios ambientes lumínicos respondiendo a las características del diseño y no de la luminaria. Cada luminaria tiene su potencial y esta diseñada para alcanzar una amplia gama de demanda de alumbrado. Sin embargo, tiene también limitantes. Nuestro próximo articulo será enfocado en como escoger una buena luminaria y fuente de luz de acuerdo a las necesidades de alumbrado en caso residencial y comercial.